Por Juan Sebastián López López
Instituto de Estudios Socio-Históricos Fray Alonso de Zamora
Departamento de Humanidades y Formación Integral
30/06/2020
I. Orientación
Tras dos meses de cuarentena podría decirse que el confinamiento ha agudizado un cierto modo de mirar. Susan Sontag diría que se ha intensificado la manera moderna de mirar: fragmentada y mediada por aparatos que nos aproximan a realidades con las que no tenemos experiencia directa. El encierro también ha explicitado la existencia de marcos que delimitan lo que vemos. Ventanas, espejos, puertas, hojas de papel y pantallas encuadran y concentran nuestras experiencias visuales.
Contrastar las imágenes que aparecen en las ventanas de nuestros hogares con las de los celulares, televisores y ordenadores permite apreciar muy bien los ritmos encontrados, muchas veces discordantes, en que transcurren nuestras vidas. Por un lado, pareciera que el tiempo se dilata y el entorno visual se hace monótono y predecible; por otro, nos sumergimos en un torrente de imágenes heterogéneas cuya procedencia, curso y destino es muy difícil de vislumbrar.
El incremento en el consumo de Internet desde que inició este encierro sugiere que preferimos las pantallas a las ventanas. Además, nuestros datos de navegación ponen de relevancia una preferencia por lo audiovisual frente al texto escrito si de tiempos de ocio se trata. Da igual si la imagen digital ya venía siendo nuestro habitáculo favorito o si nos refugiamos en ella por necesidad. Lo que importa aquí y ahora es que, como diría Didi-Huberman, la imagen arde, nos ilumina y nos quema: ensancha su territorio, nos enfrenta como nunca a verdades crudas e incómodas y al tiempo nos engaña, abusa de nuestra credulidad.
La potencia de las imágenes nos obliga a responder con mediaciones críticas para orientarnos en la iconosfera. Bueno, eso ya se sabía. Lo mismo, sin embargo, podría decirse de nuestras experiencias de cuarentena: resultan tan densas, sobrecogedoras y desafiantes que urge tomar aire, o fugarse hacia los márgenes para ver en perspectiva, como condición para elaborar sentido. Es en este punto, justamente, donde los vínculos entre imagen, experiencia y pensamiento se entrecruzan. Nuestras experiencias de la pandemia y del encierro son en gran medida estéticas, visuales, imaginadas. Así, gran parte de nuestras posibilidades de orientación, tanto en la iconosfera como en la cuarentena, estribarán en nuestra capacidad para entender la imagen en simultáneo como documento, símbolo, pieza de montaje, aparición efímera y objeto científico.
Dicho de forma simple: la experiencia del confinamiento no llegará a comprenderse del todo sin las imágenes del confinamiento. No obstante, el uso del plural (imágenes) entraña al tiempo un problema y una oportunidad. Una imagen no es un acontecimiento aislado sino, por el contrario, en profunda relación con otros textos sociales, con otras imágenes. Y aquí es donde vale traer a colación los álbumes, atlas o ensayos visuales como tentativas de pensamiento en imágenes. En lo que va del archivo familiar hasta las láminas del Atlas Mnemosyne late una misma promesa: el ejercicio –arduo, sin duda- de perseguir imágenes, recolectarlas, seleccionarlas, disponerlas unas junto a otras, no como un proceso lineal sino en bucle, resultará fundamental para entender la significación individual, colectiva e histórica de habernos encerrado durante meses por cuenta del Covid-19.
II. Imaginación y montaje
En el proceso de aceptar la inminencia del aislamiento preventivo muchos acudimos a la cantera del arte y del pasado para comprender las imágenes del presente. Grabados, pinturas, fotografías conceptuales y fotogramas aparecen como contrapunto simbólicamente denso, casi atemporal, de la reportería gráfica, profesional o ciudadana, tan circunstancial y efímera como necesaria. Nuestra fragilidad humana a la luz de la Fragilidad humana de 1656 (2). La latencia de la locura (6), de nuestras enfermedades del alma (3), a la esperan de un chance para desatarse. Nuestra presencia ausente (5, 7, 8) acompañada, de nuevo, por ventanas, pantallas y espejos, tan común, tan moderna. Como moderna la ambivalencia que lleva a imaginar el encierro también como oportunidad para la creación artística (9) y filosófica (1), o por lo menos para la conformación de una estética de armario (4).
Con el paso de los días la videoconferencia (11) se consolidó como motivo visual predominante. Claro, con reminiscencias a la polyvision (13) que patentó Abel Gance cien años atrás y que llegó a su punto culmen treinta años después como recurso cinematográfico hollywoodense (20), rebautizado split-screen. En la era de Internet, Penélope Umbrico (12) fue de las primeras en reflexionar sobre el carácter predecible, uniforme y ruidoso de la iconosfera digital. Nos enfrentó a la pregunta por el valor y el significado de un atardecer mil veces retratado. ¿Qué sentido adquiere, en esa misma línea, nuestro rostro junto a otros rostros en una pantalla? ¿Qué implica hacer parte de un mosaico? El problema formal se agrava con los lentes de nuestras webcams y teléfonos celulares. Proliferan los retratos con ángulos y planos horrendos (14). Cómo olvidar a Sartre: el infierno es ese otro que me mira, y que para el caso soy yo mismo en la pantalla, deforme, con un fondo ridículo, en contrapicado, en videoconferencia (15).
La iconografía de cuarentena va más allá de bustos parlantes dispuestos en rejillas: involucra imágenes del desarraigo, del hambre y del abuso. Venezolanos recorriendo sus pasos, trapos rojos (27) asomándose en las casas de barrios pobres y personas abusadas son los sujetos de imágenes virales con estatus ya asegurado de condensación simbólica de primer orden. La pandemia funciona como un rastrillo que al tiempo que irrita la superficie de nuestra cultura visual deja surcos que exponen capas más profundas de problemas sociales no resueltos. Mientras en la superficie la imagen de Hélbert Bolivar (17) dialoga con la de Jack Nicholson haciendo de Jack (6), en el fondo es inevitable un diálogo intertextual entre la situación que padecen Bolivar, Fonseca (16), Novoa (19), Floyd (20) y los presos amotinados en la cárcel de Rivera (18).
Cuando la cuarentena se ha extendido ya un par de veces, aparece la imagen de una turba que con exuberancia violenta, tropical e imbécil irrumpe en un almacén (26). Ya no se trata de individuos enjaulados, sino de una masa ansiosa, movida por algo que el espectador puede intuir: objetos de placer consumista. Esta es, también, la estética de la pandemia: la del desahogo irracional, la del tumulto que va en busca de algún aparato que, cabe suponer, les permita alguna fuga, alguna distracción, así sea breve. En la imagen no hay agente opresor, sino todo lo contrario, ausencia radical de un orden que no sea el del mero deseo. El hambre abunda, pero es un hambre distinta a la de las casas con trapos rojos (27).
El montaje se completa, al menos por ahora, con imágenes de autopromoción (21-25) que son testimonios de optimismo, adaptabilidad, coraje y creatividad al tiempo que de precarización, individuación y debilitamiento de la seguridad social como aspiración y derecho colectivo. Dependemos de nosotros mismos, para lo bueno y para lo malo. La apelación a la solidaridad, entendida como cooperación bienintencionada entre individuos, es constante. También lo son las buenas maneras, la amabilidad, la sonrisa. Es el juego al interior del sistema. Es En busca de la felicidad. Bien lo dijo Harari, el capitalismo es un credo, y la fe en el futuro uno de sus principales dogmas.
A ver en qué termina todo esto y hacia dónde nos llevan las imágenes.
Referencias visuales
1. Estudioso en meditación. Rembrandt, 1632, Museo de Louvre, Paris, 28x34 cm. Óleo sobre lienzo. Con licencia para reutilización de forma no comercial.
2. Fragilidad humana. Salvador Rosa, 1656, Fitzwilliam Museum, Cambridge (Inglaterra), 197.4x131.5 cm. Óleo sobre lienzo. Uso estrictamente académico.
3. Sin título. Cortesía de Nuria Oreja (@n_o_c). Uso estrictamente académico. Disponible en: https://www.instagram.com/p/B_M1-TRF3mQ/
4. Mujer hurgando en un armario. Félix Vallotton, 1901, 78 x 40 cm. Óleo sobre lienzo. Colección privada. Uso estrictamente académico.
5. El espejo psiqué. Berthe Morisot, 1876. Óleo sobre lienzo, 68x54 cm. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid. Con licencia para reutilización de forma no comercial.
6. Fotograma de película: El Resplandor. Stanley Kubrick, Diane Johnson, 1980. Warner Bros. Pictures. Uso estrictamente académico.
7. Fotograma de película: Her. Spike Jonze, Megan Ellison y Vincent Landay. Annapurna Pictures. Uso estrictamente académico.
8. Excursión en filosofía. Edward Hopper, 1959. Óleo sobre lienzo, 76.2x101.6 cm. Colección privada. Uso estrictamente académico.
9. El pobre poeta. Carl Spitzweg, 1839. Óleo sobre lienzo, 36x45 cm, Palacio Charlottenburg. Con licencia para reutilización de forma no comercial.
10. Fotograma de película: Indiscreta. Stanley Donen y Norman Krasna, 1958. Warner Bros. Pictures. Uso estrictamente académico.
11. Fotograma de la primera sesión plenaria virtual de Senado de la República de Colombia, vía Zoom. 13 de abril de 2020. Uso estrictamente académico. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=DOYj79ftbus
12. Sunset Portraits. Penelope Umbrico, 2011. Instalación a partir de fotografías digitales impresas. Uso estrictamente académico. Disponible en: http://www.penelopeumbrico.net/index.php/project/sunset-portraits/
13. Fotograma de película: Napoleón. Abel Gance, 1927. Gaumont y Metro-Goldwyn –Mayer. Uso estrictamente académico.
14. Autorretrato de Macaco. En: Wildlife personalities. David J. Slater. Blurb, 2015. Uso estrictamente académico. Disponible en: http://www.djsphotography.co.uk/monkeyselfie.htm
15. Autorretrato.
16. Fotograma de reportaje: Celadora denuncia que la obligaron trabajar 24/7 durante un mes en Rosales. City Tv y El Tiempo. Mayo 8 de 2020. Uso estrictamente académico. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?time_continue=24&v=AbexaGHsp64&feature=emb_title
17. Fotograma de reportaje: ¿Otra vez? Un celador lleva trabajando 48 días seguidos cuidando una bodega. City Tv y El Tiempo. Mayo 15 de 2020. Uso estrictamente académico. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=9a1Ty3oCHmg
18. Fotograma de vídeo ciudadano: Nestor Novoa es agredido por la Policía Nacional. Mayo 20 de 2020. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=dBM8DabG67M
19. Fotograma de vídeo ciudadano: amotinamiento en patio tres de la cárcel de Distrito Rivera, Huila. Uso estrictamente académico. Abril 12 de 2020. Distribuido por Caracol Radio. Disponible en https://twitter.com/CaracolRadio/status/1249521682093662209?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1249521682093662209&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.telesurtv.net%2Fnews%2Fcolombia-motin-carcel-departamento-huila-coronavirus-20200413-0001.html
20. Fotograma de video ciudadano: arresto y muerte de George Floyd. Mayo 25 de 2020. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=VMpsyZwz4m4
21. Campaña #ADOPTAUNESCRITOR. Cortesía de Michelle Rincón (@mich.rincon). Uso estrictamente académico. Disponible en: https://www.instagram.com/stories/highlights/17889261757506565/
22. Masterclass de colorización. Cortesía de Paola Rojas (@paolarojash). Uso estrictamente académico. Disponible en: https://www.instagram.com/stories/highlights/18012848641286773/
23. Taller virtual, jardinería para principiantes. Cortesía de La Suculentería (@lasuculenteriabogota). Uso estrictamente académico. Disponible en: https://www.instagram.com/p/CBOBDAbJQLn/
24. Promoción de escenarios virtuales para la reflexión fotográfica. Cortesía de Ojo Rojo Fábrica Visual (@ojorojofabricavisual). Uso estrictamente académico. Disponible en: https://www.instagram.com/ojorojofabricavisual/
25. Promoción de alimentos. Cortesía de Juan David Benavides (@juanchobenavides03). Uso estrictamente académico.
26. Fotograma de apertura de supermercado mayorista en día sin IVA. Uso estrictamente académico. 19 de junio de 2020. Vídeo ciudadano distribuido en Twitter por @Pelicolombianas. Disponible en: https://twitter.com/oaaks__/status/1274066281696763904
27. Fotografía de la serie Medellín hoy. Cortesía de Carolina Restrepo (@deskarolina) . Uso estrictamente académico. Disponible en: https://www.instagram.com/p/B_lsW9HJ-Es/