Por Andrea Paola Buitrago Rojas
Instituto de Estudios Socio-Históricos Fray Alonso de Zamora
Departamento de Humanidades y Formación Integral
03/07/2020
«Se ve a una nueva familia buscando palos firmes y piedras para montar algo, lo más parecido a un hogar. Las circunstancias los han hecho nómadas, nómadas que viven cada día una penuria» (Malaver, 2020).
¿Cuánta tierra necesita un hombre? Esta es una pregunta antropológica y existencial, pero bajo las coordenadas del capitalismo contemporáneo y las dinámicas de los estados modernos se convierte en la expresión del derecho a la propiedad privada.
León Tolstoi respondió a esta pregunta usando la narrativa literaria, un cuento clásico que aporta a la reflexión universal sobre el sentido de la vida y las condiciones materiales de existencia. Nos cuenta la historia de un campesino llamado Pahon, quien vivió en la época de la Rusia Zarista bajo un modelo económico feudal, ya que con su trabajo debía pagar el derecho de usar un terreno para ejercer la agricultura y así asegurar la subsistencia de su familia y del dueño de la tierra. Pahom empezó a trabajar más para poder ser libre, ser propietario, dejar de sostener a su amo y tener más tiempo con su familia, hasta que un día logró ahorrar y adquirir la propiedad de un bien inmueble.
El campesino quiso tener una mejor calidad de vida, sabía que la respuesta estaba en conseguir más tierra, por lo que se interesó en conocer a los "Bashkirs", una tribu que tenía mucha tierra. Les llevó ofrendas, ganándose la amistad del jefe de la tribu, quien le ofreció toda la tierra que deseara a cambio de pagar mil rublos diarios por la tierra que consiguiera recorrer en una jornada, bajo una condición: «debes regresar al punto de partida antes de que se ponga el sol» (Tolstoi, 2011, 30-31). Parecía una tarea fácil, la dificultad estaba en la avaricia humana ya que muchos hombres asumían este reto pero quedaban atrapados por la codicia en el bosque y no podían lograr la meta. Pahom bajo la avaricia y las dificultades que este reto tenía lo asumió, sobrepasó sus capacidades fisiológicas y llegó a la meta, al punto inicial, se tiró al piso y nunca más se pudo volver a levantar. Es así como Tolstoi termina su obra afirmando que a la pregunta de ¿Cuánta tierra necesita un hombre? La respuesta es 2 metros por 2 metros, lo necesario para cavar la tumba y enterrar el cuerpo.
Pero el aporte de Tolstoi no es vigente en la actualidad, 2 metros por 2 metros es una medida de terreno que hoy se convierte en un privilegio para aquellos que tienen con qué comprar o alquilar un terreno por un periodo de tiempo para enterrar a sus muertos. Otros no pueden enterrarlos porque desconocen el paradero de sus familiares y en otros casos la cantidad de muertos y la falta de tumbas hace necesario la construcción de fosas comunes donde los 2 metros por 2 metros se construyen en una ilusión. Pero nos recuerda la muerte, destino común y límite de nuestra existencia en la Tierra.
Para el marxismo la explicación de la esclavitud y la miseria humana se define en la propiedad de los medios de producción y la división del trabajo. Engels narra en "El Antidhuring" el origen de la propiedad privada en la primera novela inglesa: “Robinson Crusoe”, escrita por Daniel Dofoe en 1719. Se describe la historia de un náufrago inglés, Robinson, quien llega a una isla, es la única persona que habita este territorio, el primer propietario de este lugar. Hasta que de manera inesperada aparece otro individuo: Viernes. Entran los dos en una guerra, se trata de vivir o morir, de ser amo o ser esclavo, de morir siendo libre o de ser esclavo por el miedo a la muerte, libertad o esclavitud, esta es la guerra por la propiedad privada entre Robinson y Viernes.
Viernes es un negro africano y Robinson es un blanco europeo, Viernes es más fuerte que Robinson. Viernes va ganando la batalla de la vida contra la muerte, pero Robinson saca algo que Viernes no tiene: armas, fuego, tecnología. Aquí está el triunfo de Robinson y la esclavitud de Viernes, el origen de la propiedad privada. Pero ¿de dónde ha sacado el puñal? "(Engels, 2008, 160) Esta es la historia de África, de nuestra América, de los pueblos que han sido colonizados, esta es la historia del capitalismo y de los estados modernos.
Las crisis del Capital son escenarios de oportunidad para afianzar las relaciones dialécticas de producción, para así negar el capitalismo. Este sistema ejerce desde la contrarrevolución una respuesta a esta dialéctica en el Revisionismo, propuesta que busca las reformas para proporcionar mejoras y dádivas a la población civil, evitando la muerte del Capital. Esto se hizo presente antes de la primera guerra mundial con Eduard Bernstein y esto se manifiesta en la actualidad bajo un Capitalismo globalizado que enfrenta la pandemia de la Covid-19.
Franz Hinkelammert muestra que lo global surgió en el momento en que todos sentimos la amenaza de la destrucción de nuestro planeta tierra con la bomba atómica. "Hemos experimentado nuevamente que la tierra es redonda en 1945 con la explosión de la primera bomba atómica"(Hinkelammert, 2006, 366). Lo global proviene de nuestro globo terráqueo en el momento en que constituimos una reflexión sobre el modo en que coexistimos en un lugar común, acortando el tiempo y la distancia en la vida virtual e inmediata desde la cibernética y la biotecnología. Una amenaza al Capitalismo bajo esta lógica de globo tendría que asumir un esquema donde la "humanidad tenía que dar respuesta a los efectos cotidianos de su propia acción diaria. La canalización de la acción humana por el cálculo de utilidad (interés propio) y la maximización de las ganancias en los mercados estaban ahora en cuestión. Esta crítica se convirtió entonces en condición de posibilidad de la propia vida humana, y también en exigencia ética. De nuevo, lo útil y lo ético se unieron en una única experiencia"(Hinkelammert, 2006, 368).
Ya se anticipaba Roberto Esposito al reflexionar en Inmunitas esta condición de destrucción global en la Tierra, el único planeta en el que hay un bios cuya corrupción puede llevarnos a un tánatos absoluto. "Ya sea el asediado el cuerpo de un individuo, por una enfermedad propagada; el cuerpo político, por una intromisión violenta; o el cuerpo electrónico, por parte de un mensaje aberrante, lo que permanece invariado es el lugar en el cual se sitúa la amenaza, que es siempre el de la frontera entre el interior y el exterior, lo propio y lo extraño, lo individual y lo común. Alguien o algo penetra en un cuerpo -individual o colectivo-- y lo altera, lo transforma, lo corrompe. El término que mejor se presta a representar esta mecánica disolutiva es «contagio». Lo que antes era sano, seguro, idéntico a sí mismo, ahora está expuesto a una contaminación que lo pone en riesgo de ser devastado"(Esposito, 2005, 10). El "contagio" del Coronavirus es el "contagio" del Capitalismo globalizado donde la dialéctica entre Robinson y Viernes reaparece en la historia, esta vez el fuego se expresó en la biotecnología, la expectativa por una vacuna hizo posible el revisionismo en todas las actividades públicas y privadas de los seres humanos bajo la fórmula de los estados de excepción, decretados por los gobiernos del mundo, que permiten la "alteración, transformación y corrupción" de las condiciones de existencia en toda nuestra tierra. El "contagio" se manifiesta en la redefinición del colapso de la propiedad privada y los contratos de arriendo bajo la actual pandemia.
Soy Andrea, vivo en Colombia y tuve que enfrentar la totalidad de los elementos que hemos venido haciendo alusión sobre el Contagio: la organización de la vida y las condiciones de existencia de las personas bajo el sistema capitalista global y la propiedad privada en el contexto de la Covid-19. En la fecha en que se iniciaron las medidas de aislamiento decretadas en Bogotá, me encontraba viviendo con mi hijo en un pequeño apartamento, cuyo contrato estaba por terminar. Tuve que acceder a un arriendo temporal para poder costear los tratamientos de salud que mi pequeño requería. En enero acabábamos de terminar todos los tratamientos, mi niño se estaba recuperando notoriamente, podíamos dejar el lugar que habíamos alquilado.
Cuando cerraron todo pensé que era temporal (esto duró una semana), luego se extendió la medida de aislamiento preventivo para toda Colombia. Poder trabajar, atender a mi hijo y continuar con su tratamiento de salud, viviendo sola con él, era algo casi imposible. Igualmente tenía a mis padres de tercera edad viviendo en otro lugar, donde sus condiciones de salud no son muy favorables en relación con la letalidad de la Covid-19, necesitaban de alguien que les ayudara a poder gestionar todas las actividades externas con el mundo real mediadas por la virtualidad; así que decidí irme con mi hijo para la casa de mis padres.
El aislamiento se siguió extendiendo, no tenía como pagar los gastos económicos de dos bienes inmuebles simultáneamente. Si no desocupaba el bien antes del 01 de mayo del 2020, el contrato se renovaría. La administración de este bien no me dejaba realizar ningún tipo de trasteo argumentando por el riesgo que la Covid-19 podría generar para los habitantes del edificio. No me dejaban sacar la ropa, algunos libros, mi computador y materiales necesarios para continuar con el restablecimiento de la salud y el desarrollo de mi hijo. Entonces sentí la impotencia y humillación que pudo sentir Viernes bajo la lucha por la propiedad, la existencia de mi hijo y la mía estaban en riesgo, podía perder mi trabajo y todos los tratamientos que le había hecho a mi hijo, bajo la única explicación de no tener el fuego, no ser la propietaria.
Cada día que pasaba, se extendía el aislamiento y la fecha de la prórroga se acercaba. El gobierno no se pronunciaba sobre el tema, solamente se sabía que los trasteos estaban prohibidos. Empecé a buscar información y me di cuenta que muchas personas en el mundo, muchas mujeres madres solteras como yo estaban sufriendo lo mismo, en algunos casos la necesidad del trasteo se daba por la pérdida del empleo, en otros casos porque necesitaban reorganizarse. Familias enteras quedaron divididas, hubo una noticia de una familia que acomodó todo su trasteo en un camión de alimentos y los detuvieron en el camino, las personas los criticaban de irresponsables sin pensar en la difícil situación de supervivencia y la necesidad de reorganización que dejó sobre las personas el "contagio". Hubo una historia de una mujer con un niño y un bebé que estaba pagando al tiempo dos apartamentos en un mismo edificio, el contrato de terminación y el contrato de inicio se gestionaban simultáneamente, ella manifestaba que no tenía con qué pagar dos bienes y no la dejaban trastear, así que debía esperar a que sus hijos y vecinos se durmieran y cada noche subía por las escaleras del edificio una caja o un objeto, esperando que algún día tendría que terminar el trasteo.
Empecé a reflexionar y pensé que era necesario violentar la ley, se trataba de la posibilidad de sobrevivir y atender como mujeres y madres a todo lo que nos exige el sistema. En el fondo la justicia debía existir para enfrentar la injusticia proporcionada por la dialéctica del "contagio" del sistema . Y la existió…
Nota
1. Fotografía de escena de la obra de teatro “Madre Coraje y sus hijos” de Bertolt Brecht. Fotografía extraída de Phoebe Chan - Humanities Core: https://feebeechanchibi.weebly.com/blog/entry-4-mother-courage-and-her-money
Referencias bibliográficas
Caracol, N. (26 de marzo de 2020). Noticias Caracol. Obtenido de ¿Está permitido hacer trasteos durante la cuarentena?: https://www.youtube.com/watch?v=IFWc1U-vxbs
Core, P. C.-H. (17 de noviembre de 2014). Phoebe Chan - Humanities Core. Obtenido de https://feebeechanchibi.weebly.com/blog/entry-4-mother-courage-and-her-money
Engels, F. (2008) Landmarks of Scientific Socialism: Anti- Duehring. New York: Cosimo.
Esposito, R. (2005). Inmunitas, trad. de Luciano Padilla López. Buenos Aires, Amorrortu.
Hinkelammert, F. J. (2006). La globalidad de la tierra y la estrategia de la globalización. Borón, AA, Amadeo, J. y González, S.(comp.),(2006). La teoría marxista hoy. Problemas y perspectivas. Buenos Aires: CLACSO.
Rumi, M. (28 de abril de 2020). Atrapados entre contratos. Inquilinos y dueños que no pueden mudarse piden que el Gobierno les dé un permiso. La Nación, págs. https://www.lanacion.com.ar/economia/atrapados-contratos-inquilinos-duenos-no-pueden-mudarse-nid2359251.
Sexta, L. (15 de abril de 2020). Una mudanza en pleno confinamiento: cuando conoces a tu compañero de piso durante la cuarentena. La Sexta, págs. 15/04/2020https://www.lasexta.com/programas/el-intermedio/thais-villas-accion/una-mudanza-en-pleno-confinamiento-como-conocer-a-tu-companero-de-piso-durante-la-cuarentena_202004155e97792af10030000189fd40.html Obtenido de 15/04/2020 https://www.lasexta.com/programas/el-intermedio/thais-villas-accion/una-mudanza-en-pleno-confinamiento-como-conocer-a-tu-companero-de-piso-durante-la-cuarentena_202004155e97792af10030000189fd40.html
Tolstoi, L. (2011). ¿Cuánta tierra necesita un hombre? Madrid: Nórdica.